20 de febrero de 2014

Opinión: Los lobos esteparios de nuestra democracia.

Hace unos días vi en el blog de una amiga una animación con el nombre “Tractac del Lobo Estepario”, evidentemente basado en la novela de Herman Hesse. La verdad es que “la peliculita” me gustó. Es sencilla, con calidad e imaginación y ambas cosas no son corrientes.
Casi al mismo tiempo entró en mi e-mail una circular, de esas que “corren“ por la red de correo en correo, procurando estimular nuestra indignación y que, aunque lo consigan momentáneamente, seguramente solo nos conducen hacia la autocomplacencia, al hacernos creer que, con leer y enviar estos panfletos, ya estamos haciendo algo para mejorar nuestra condición de ciudadanos insultados, ultrajados y manipulados por el poder.
El citado correo, que naturalmente reenvié, solicitaba el voto nulo y masivo en las próximas elecciones al Parlamento Europeo, tras demostrar que estamos siendo gobernados en beneficio de los poderosos.
Nada que objetar a tal propuesta, por supuestO. Es más, la apoyaré y la ejerceré, pero la impresión de inutilidad de estos “supuestos métodos de protesta por e-mail” y el recuerdo de la lectura de El Lobo Estepario me hicieron recordar y pensar.
Ya hace muchos años que leí esta novela, la guardé durante mucho tiempo en un lugar más o menos privilegiado. Después debo haberla perdido en algún traslado, o prestado a un supuesto amigo y ahora circula entre otros lectores desconocidos con mi nombre y la fecha en que la leí anotada en su primera página. Lástima, porque me gustaría releerla. Quizás la compre de nuevo.
A pesar de los años que han pasado, creo recordar que Herman Hesse pretendía explicar con ella que debemos aprender a convivir con nuestro lobo estepario, con la parte irracional y egoísta que todos llevamos dentro y dedicar nuestros esfuerzos intelectuales a las “cosas verdaderamente importantes” y no a enfrascarnos en una lucha sin cuartel contra ese lado salvaje que solo nos causaría insatisfacción, porque también es parte nuestra.
Ahora, cuando me llegan o reenvío esos correos electrónicos llenos de indignación y de razón, no dejo de pensar que tal vez nuestra democracia haya pasado de aprender a convivir con su Lobo Estepario, codicioso y feroz, a dejarle campar a sus anchas, en manadas, por los páramos en los que los sucesivos gobiernos han ido convirtiendo a nuestro país.
Y es que, una cosa es aprender a convivir con el lado oscuro de nuestra forma de gobierno y otra cosa es que nos conformemos con mandar, leer o reenviar e-mails indignantes e indignados y permitamos por comodidad o por conveniencia, que los poderosos recorran los campos sin control, arrasándolos a su paso.
Y me pregunto…
¿Hemos comprendido que la democracia es la forma más refinada inventada por el poder para manipularnos y no sabemos como revelarnos? ¿Hemos perdido la conciencia de lo que es realmente importante?
Lobos habrá siempre, es parte de la naturaleza humana… y social, pero no creo que Herman Hesse escribiera El Lobo Estepario para permitir que los lobos acabaran con el rebaño en el que por desgracia nos hemos convertido.

Os dejo aquí el enlace de la animación "Tractac de El Lobo Estepario"

http://www.youtube.com/watch?v=Y2nkzob9lQs

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